El aragonés, el lapón en Suecia y el bosnio son los tres idiomas que han elegido los investigadores finlandeses para realizar un estudio comparativo sobre su situación y las iniciativas que se están llevando a cabo desde la escuela y las administraciones para impulsar su desarrollo. "Creemos que es necesario aprender más sobre la enseñanza de idiomas y, además, el conocimiento de otros métodos puede abrir vías para mejorar el contexto lingüístico en Finlandia", apuntó John Smeds. Otro aspecto que destacó el profesor es que la enseñanza de idiomas en Europa suele ser muy "monolingüe", ya que en su opinión nunca se observa la situación multilingüística existente en otros países, y eso es precisamente lo que trata de ensalzar el estudio.Los investigadores finlandeses comienzan en Huesca un denso camino que se prolongará durante varios años, y cuyo primer paso es buscar información y establecer contactos. Para ello, ayer visitaron el Consello d"a Fabla Aragonesa, el Centro de Profesores y Recursos, la Consejería de Educación y la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, entre otras entidades.
El profesor Smeds explicó que su interés por el aragonés se inició a través de los estudios de los profesores Ángel Huguet y Cecilio Lapresta de la Universidad de Lérida, con los que ha mantenido relación a lo largo de varios años. "Este contacto ha significado mucho para mí, ha sido una fuente de inspiración para plantearme nuestra propia situación con los idiomas en Finlandia", manifestó.
A medida que conocía más detalles acerca del catalán, Smeds fue sintiendo curiosidad por lo que ocurría lingüísticamente hablando en otras partes del norte de España. Gracias a dos trabajos del profesor Ángel Huguet sobre el aragonés, conoció la existencia de esta lengua minoritaria hablada en el norte de la región.
Aunque el profesor John Smeds no se considera experto en este idioma, calificó como muy interesantes todas las iniciativas que se están realizando en favor del aragonés en los últimos años, como la regulación de la gramática y el creciente interés en la educación y las administraciones.
"Entiendo que el aragonés es una lengua que se ha usado para la comunicación oral, pero es también muy importante enseñar a escribirla en las escuelas si se quiere mantener viva. Por eso, es vital estandarizarla con unas normas y una gramática correcta y así poder elevar su uso a otros niveles de la sociedad, como puede ser en las administraciones o en los negocios", subrayó. Smeds reconoció que es una tarea "difícil" estimar una cifra de personas que hablan aragonés, ya que estas son también castellano parlantes y utilizan una lengua u otra dependiendo de la situación. Asimismo, consideró que el contexto lingüístico en España cambió radicalmente y de forma positiva con la proclamación de la Constitución en 1978.
Las demás lenguas que van a investigar son el lapón, idioma que hablan en torno a 20.000 y 50.000 personas en la parte norte de Suecia y que hace diez años el Parlamento sueco decidió darle el valor de lengua minoritaria y enseñarla en las escuelas, y el bosnio, un idioma que surgió tras la guerra de Yugoslavia (con anterioridad el idioma oficial era el serbocroata) y que actualmente hablan varios millones de personas y se está tratando de estandarizar y de impulsar como lengua oficial.
Acompañaron a los investigadores finlandeses José Domingo Dueñas, decano de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, Francho Nagore, profesor de Filología aragonesa en el Campus de Huesca, Cecilio Lapresta, de la Universidad de Lérida, y Chusé Inazio Nabarro, presidente del Consello d"a Fabla Aragonesa.
Fuente: www.diariodelaltoaragon.es
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