El director filólogo de la revista, Francho Nagore, es quien se ha encargado de confeccionar este libro, y junto a Chusé Inazio, presidente del Consello, y los escritores Fernando Vallés, Ana Giménez y Paz Ríos, lo presentaron ayer en una mesa redonda.
Nagore explicó que ha seguido tres criterios a la hora de seleccionar los textos para la antología: que todos los autores fueran coetáneos de la revista, que los escritos respetaran las normas básicas del aragonés y que fueran textos breves, en la medida de lo posible. Además, la idea principal era recopilar una selección de creaciones literarias, pero finalmente Francho Nagore decidió "ampliar la manga" y, a los cuentos, narraciones breves y poemas les acompañan reseñas y otros artículos de opinión y divulgación.
El director filólogo de Fuellas subrayó sobre todo la diversidad de autores, de temáticas y de tipos de aragonés, ya que se aparecen textos de prácticamente todas las zonas geográficas. Nagore comentó que en el libro se pueden encontrar trabajos de tipo lingüístico, como una nueva versión del Romance de Marichuana, y algunos que hacen referencia a otros autores, como el que firma Chusé Antón Santamaría dedicado a Federico Fañanás, que murió en 1997. El texto de Francho Nagore se titula Xerata en a nieu, un soneto que escribió en el año 78 y que habla de la resurrección del aragonés en sentido metafórico.
Uno de los escritores consagrados que participan en el libro es Chusé Inazio, que en su texto literario, una especie de alabanza al aragonés, trata de justificar los motivos que le llevan a escribir en esta lengua. El presidente del Consello destacó que esta obra colectiva ofrece una visión general de la evolución lingüística del aragonés común, así como de los intereses y temáticas que trata la revista. Inazio quiso resaltar que los textos seleccionados se ciñen a las normas ortográficas del aragonés de 1987, reglas "muy sencillas que son en parte responsables del auge del aragonés en los últimos años".
Ana Giménez comenzó en Fuellas como lectora más que como colaboradora. Filóloga y profesora de secundaria en Barbastro, considera que Fuellas es "un altavoz de reivindicaciones lingüísticas pero también un taller de creación literaria". La autora hizo una reflexión sobre la presencia de la mujer en Fuellas, y concluyó que en los primeros años las colaboraciones femeninas eran escasas y giraban en torno a reseñas de figuras emblemáticas y algún escrito sobre costumbres y tradiciones. Giménez indicó que será a partir de los 80 cuando se empiece a percibir más creación literaria.
Paz Ríos, secretaria de redacción de Fuellas y filóloga, se ha encargado de seleccionar la literatura tradicional. "A principio se publicaban muchos textos de tradición oral, pero a medida que avanzaban los años perdió peso frente a la creación literaria", comentó. Ríos consideró la revista "una fuente de consulta indispensable" del aragonés y calificó de "milagro" haber llegado a los 200 números sin apenas apoyo institucional.
Por último, el maestro y escritor Fernando Vallés, señaló que comenzó en Fuellas por casualidad, cuando con 14 años asistió a unos cursos de aragonés. "Es un pilar fundamental, no hay una revista tan larga en el tiempo y con tanta participación. La situación del aragonés, que es penosa, no sería lo mismo sin Fuellas".
La programación de Luenga de Fumo continúa hoy con un debate, a las 20 horas en el Matadero, sobre la importancia de la utilización de los medios audiovisuales en la socialización de la lengua aragonesa, dirigido por la empresa Ara Cultural. También se proyectarán los vídeos Somos y Aqueras montañas.
Fuente: www.diariodelaltoaragon.es
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