LO IMPORTANTE NO ES EL IDIOMA, SINO EL CORAZÓN

Ricardo Mur, Párroco de Biescas 

-Pay de nusatros que yes en o ziel... ¿Deberíamos aprender el Padre Nuestro en aragonés?
Yo no lo he rezado nunca en aragonés. Lo he hecho en español, latín, francés, italiano.., pero nunca en aragonés. Si alguna vez lo he hecho, habrá sido de manera simbólica. No hace falta aprenderlo, es mejor rezarlo habitual y cotidianamente en la lengua que un día lo aprendimos, el castellano.

-¿El aragonés es la mejor lengua para evangelizar?
Puede evangelizar cualquier lengua. De hecho, el día de Pentecostés fueron decenas de lenguas las que se oyeron en Jerusalén. Lo importante no es el idioma sino el corazón de los evangelizados. 

-Eso no cambia...
En la parábola del sembrador, que leeremos el día de la presentación  del Nuevo Testamento, se dice que el sembrador deja caer su semilla. Una poca cae en tierra buena y da fruto. Pero el resto cae en tierra pedregosa, se seca al borde del camino y se la comen los pájaros, o entre zarzas y se pierde. Es el perfecto reflejo de la sociedad actual, como de la sociedad de hace 2.000 años.

-Ha realizado la traducción al aragonés del Nuevo Testamento ¿Por qué este texto?
Porque el antiguo es cinco veces más grueso y porque la Biblia tiene esas dos partes y esto es lo más cercano y más práctico a todos los efectos. Además, meterse en la traducción de toda la Biblia es una tarea ímproba.

-Hubiera sido mucho tiempo y mucho trabajo.
Hubiera costado varios años y el Nuevo Testamento costó solo uno. Pero el proceso de revisión ha durado 13 años.

-En aquellos años, los ordenadores no eran muy comunes...
No. El resultado fueron casi 700 folios escritos con una vieja Olivetti de carro ancho. Luego hubo que digitalizarlo pasándolo a ordenador y se han utilizado varios programas informáticos.

-¿Cuándo aprendió aragonés?
Lo conozco desde pequeño, lo aprendí en las calles de Panticosa, de donde soy. El aragonés empleado es un aragonés común, normalizado, que por motivos personales tiene como base fundamental, a un 80%, el panticuto, pero que incorpora elementos muy visibles del cheso, algunas expresiones ribagorzanas y bastantes vocablos antiguos, rescatados del aragonés presente en los documentos medievales. Es uno de los estilos usuales de los escritores en aragonés de los años 70 y 80 del siglo pasado.

-No es el primer libro que escribe en aragonés.
Este sería el tercero. Lo primero que publiqué en mi vida fue un trabajo sobre el mundo del niño en Panticosa, que causó sensación en la Escuela de Magisterio y posteriormente fue publicado. Cuando llegué a Biescas, se pusieron en contacto conmigo para publicar una novela. 'Aquers tiempos tan arrebullatos', que presenté a un concurso.

-En la introducción dice que podría resultar polémico. ¿Por qué?
Porque las asociaciones que trabajan por el aragonés están divididas. Lo que a una le parece bien, al otro mal y no acaban de encontrar un criterio común. Y debido a ese carácter, hemos decidido editarlo ya no desde las asociaciones proaragonés, que no tengo nada en contra de ninguna, eso que quede muy claro, sino desde la parte religiosa.
-¿A quién va dirigido?
A todo el mundo, y para unos tendrá valor lingüístico, para otros pastoral, para otros espirituaL..

-¿En qué trabaja ahora?
Ahora vamos a empezar a reescribir la novena a Santa Orosia, porque la que hay en Jaca y Yebra de Basa tiene el inconveniente de que fue escrita hace casi dos siglos y el lenguaje no se corresponde con el actual, así que será una actualización con datos, experiencias y cosas nuevas. Ya lo hice en Biescas con la de Santa Elena.

Fuente: Heraldo de Aragón (edición papel)

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