La XVI Feria del Libro Aragonés de Monzón, que cerró sus puertas ayer tarde, ha vuelto a ser la cita por excelencia de los amantes de la cultura, y más concretamente la literatura y la edición, hecha en nuestra Comunidad.
Desde su apertura el pasado sábado, por el recinto ferial de la Azucarera han pasado miles de personas y a falta de cerrar definitivamente las cifras, el presidente de la Institución Ferial de Monzón, Joaquín Palacín, hablaba ayer de un "éxito" tanto en la participación como en las ventas. En la edición pasada, por esta feria pasaron unas 15.000 personas, y en la de 2010 se esperaba superar estas cifras. "El primer día, que suele ser el más flojo, tuvimos mucha más gente que otros años y estamos encantados. El balance es muy satisfactorio y los editores están contentos y están de acuerdo con nosotros en que se ha visto mucha más gente que en ocasiones anteriores y ha habido ventas", señaló Palacín, quien recordó que "el objetivo de la feria es seguir atrayendo gente, crecer y llevar la cultura aragonesa a todo el mundo", afirma.
Visitantes de varios rincones de Aragón han podido conocer la oferta que proponían la treintena de editoriales aragonesas, oenegés y colectivos culturales y sociales y han escuchado alrededor de cincuenta presentaciones de libros, las novedades publicadas a lo largo de este año y que abarcaban desde trabajos de investigación, novela o historia a cómics.
Las exposiciones organizadas también han despertado el interés del público, en especial la de la sublevación republicana de Jaca, que este próximo domingo celebrará su 80 aniversario. También han recibido numerosos visitantes las dedicadas a Joaquín Costa, la de pegatinas alusivas al agua, del coleccionista Chorche Paniello o las de los bienes sacros y fotografías del patrimonio aragonés.
Animado también estuvo el domingo el concierto de música occitana que ofrecieron los grupos franceses Eths Bandolers y Matta & Rouch Trio y los italianos Lou Dalfin, que celebraron el 15 cumpleaños de sus colegas aragoneses Tirurirus Free.
Encuentro con escritores
La feria se ha convertido un año más en lugar de encuentro entre lectores y escritores, algo que ha caracterizado a este certamen desde sus orígenes. Así, durante estos tres días han desfilado por ella, entre otros autores, los "superventas" aragoneses, como José Antonio Adell, cuya segunda novela histórica 'Regreso al alba' ha vuelto a ser uno de los libros más vendidos en el certamen. También ha estado presente otro habitual, Lorenzo Mediano, que presentaba 'El escriba de barro'. Mediano está de enhorabuena ya que su novela 'La escarcha sobre los hombros' sigue siendo reconocida internacionalmente y tras ser premiada en París, ahora se editará en Roma y Nueva York.
Mientras, Eladio Romero presentó su recién estrenado 'Aragón, escenario bélico', un repaso a la historia de Aragón a través de sus guerras y vestigios militares; Antón Castro, que acudió con 'Mar de amor', sobre poemas de José Antonio Labordeta, a quien la feria rindió un cálido y emotivo homenaje el sábado; Oscar Sipán con su editorial Tropo Editores; los 'irreverentes' Mala Vida, asociación de cómics, que presentaban la novela gráfica de Daniel García Nieto 'Aventura en el Pirineo'; o colectivos como el Consello d'a Fabla Aragonesa y otros que trabajan por la difusión de esta lengua. A este respecto, los escritores en aragonés, Francho Nagore y Chusé Inazio Nabarro valoraron satisfactoriamente esta edición "en la que hemos vendido libros y el público se ha interesado por nuestro trabajo".
La feria bajó su telón con la entrega de los premios FLA al grupo de folk Tirurirus Free por sus 15 años de animación de calle, a los actores de 'Oregón TV' y a la ONG Bubisher, que lleva en autobuses libros a los niños saharauis.
Fuente: www.heraldo.es
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