Liena Palacios y Chan Baos Muñoz presentaron el pasado domingo en la Feria del Libro de Huesca Bocabulario de Murillo de Galligo, la primera obra lingüística que recoge las palabras aragonesas que se utilizan en esta zona.
Además de los dos autores asistió a la presentación Francho Nagore, director filólogo de la revista Fuellas d’Informazión d’o Consello d’a Fabla Aragonesa, que en su intervención expresó su deseo de que cada pueblo tenga su recopilación léxica para que la lengua se vea dignificada. “Una cosa es que se hable, y otra que quede escrito”, argumentó.
Además, subrayó que en todas las publicaciones, por modestas que sean, aparecen siempre cosas novedosas e interesantes para el estudio, y este vocabulario no es una excepción. “Es una recopilación bastante amplia que alcanza las 4.000 entradas”, señaló Nagore, quien también valoró el esfuerzo de Liena Palacios y Chan Baos a la hora de realizar este trabajo.
A continuación, Palacios reveló que la idea de recopilar el vocabulario de Murillo de Gállego surgió hace muchos años, y para llevarla a cabo han tenido que dedicar mucho esfuerzo.
Liena Palacios es natural de la localidad y afirmó que el libro recoge las palabras que se han hablado en su casa toda la vida. “Hemos querido plasmarlas en un libro para darlo a conocer a toda la gente que vive o que visita alguna vez Murillo de Gállego, para que sepan que este vocabulario todavía está vivo entre los ‘figoneros’ y, sobre todo, para que se siga manteniendo”.
En este sentido la autora se refirió a los jóvenes, pues es la generación que menos utiliza esta lengua como vehículo de comunicación, y en ellos está la llave de su supervivencia.
Liena Palacios es licenciada en Historia y decidió embarcarse en esta aventura por su “conciencia lingüística”. El coautor, Chan Baos Muñoz, no es de Murillo de Gállego pero es “apegado a la zona” y tampoco es filólogo pero, al igual que Palacios, lleva muchos años dedicando su esfuerzo a la defensa del aragonés. Ambos son miembros de la asociación cultural Ligallo de Fablans de l’Aragonés, formada en 1982 en Zaragoza por un grupo de ‘neohablantes’ del aragonés.
Ambos destacan que el libro, editado por el Consello d’a Fabla Aragonesa, “es una forma de recuperar el aragonés de Murillo” que, aunque sea muy parecido al que se habla en los pueblos del Somontano y La Hoya de Huesca, desde Ayerbe hasta Barbastro, aporta también nuevas palabras que no se recogen en ningún otro libro y que pueden resultar interesantes.
Además de los dos autores asistió a la presentación Francho Nagore, director filólogo de la revista Fuellas d’Informazión d’o Consello d’a Fabla Aragonesa, que en su intervención expresó su deseo de que cada pueblo tenga su recopilación léxica para que la lengua se vea dignificada. “Una cosa es que se hable, y otra que quede escrito”, argumentó.
Además, subrayó que en todas las publicaciones, por modestas que sean, aparecen siempre cosas novedosas e interesantes para el estudio, y este vocabulario no es una excepción. “Es una recopilación bastante amplia que alcanza las 4.000 entradas”, señaló Nagore, quien también valoró el esfuerzo de Liena Palacios y Chan Baos a la hora de realizar este trabajo.
A continuación, Palacios reveló que la idea de recopilar el vocabulario de Murillo de Gállego surgió hace muchos años, y para llevarla a cabo han tenido que dedicar mucho esfuerzo.
Liena Palacios es natural de la localidad y afirmó que el libro recoge las palabras que se han hablado en su casa toda la vida. “Hemos querido plasmarlas en un libro para darlo a conocer a toda la gente que vive o que visita alguna vez Murillo de Gállego, para que sepan que este vocabulario todavía está vivo entre los ‘figoneros’ y, sobre todo, para que se siga manteniendo”.
En este sentido la autora se refirió a los jóvenes, pues es la generación que menos utiliza esta lengua como vehículo de comunicación, y en ellos está la llave de su supervivencia.
Liena Palacios es licenciada en Historia y decidió embarcarse en esta aventura por su “conciencia lingüística”. El coautor, Chan Baos Muñoz, no es de Murillo de Gállego pero es “apegado a la zona” y tampoco es filólogo pero, al igual que Palacios, lleva muchos años dedicando su esfuerzo a la defensa del aragonés. Ambos son miembros de la asociación cultural Ligallo de Fablans de l’Aragonés, formada en 1982 en Zaragoza por un grupo de ‘neohablantes’ del aragonés.
Ambos destacan que el libro, editado por el Consello d’a Fabla Aragonesa, “es una forma de recuperar el aragonés de Murillo” que, aunque sea muy parecido al que se habla en los pueblos del Somontano y La Hoya de Huesca, desde Ayerbe hasta Barbastro, aporta también nuevas palabras que no se recogen en ningún otro libro y que pueden resultar interesantes.
Fuente: www.diariodelaltoaragon.es
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