JUBILADO. FALLECIÓ EL DÍA 6 DE ENERO EN ZARAGOZA, A LOS 89 AÑOS
Francho Tierra Anoro, que era un gran defensor del aragonés y un
veterano senderista, falleció el pasado domingo en Zaragoza a los 89
años. Estaba viudo y tenía cuatro hijos, una nieta y dos hermanas, entre
otra familia. Era socio del Ligallo de Fablans, donde destacaban su
dedicación durante muchos años en dignificar y divulgar el aragonés
desde la biblioteca de dicha asociación en Zaragoza. Sin protagonismo y
de forma discreta, realizó una gran labor, acercó posturas y era un
ejemplo para todos los miembros del Ligallo. Colaboró con la Orquestina
del Fabirol en la grabación en 1996 de Albada al nacimiento
sobre la tradición de la Navidad en Aragón. Por ejemplo, Francho Tierra
puso su voz al recitado de Oración a la tronca.
Roberto Serrano, miembro de la Orquestina, recordaba momentos de
dicha grabación y tenía un sentido y emocionado recuerdo para Francho
Tierra, una persona cabal, amiga y muy querida por su forma de ser.
Era un veterano senderista que en 2005 recibió una distinción en la
fiesta anual de la montaña de la Federación Aragonesa de Montañismo.
Desde los 80 años practicaba el senderismo para mayores organizado por
Zaragoza Deporta Municipal y la Federación de Montañismo.
En una entrevista publicada en este periódico con motivo de ser el
más veterano senderista participante en dicha activad, Francho Tierra
recordaba que fue un fumador empedernido y que hacía más de 20 años
sufrió una grave operación en las cuerdas vocales. "He comenzado tarde
en el senderismo pero para mí ha sido una bendición".
De joven hizo algo de montaña durante el servicio militar en que
estuvo destinado en Biescas y Tramacastilla. Hasta subió a Peña Sabocos.
Desde entonces hasta engancharse al senderismo apenas practicó el
montañismo: "Nunca subí al Aneto o al Monte Perdido y me centré con mi
familia en el camping de Oza. Llegué a subir el Petrechema", indicó.
Francho Tierra aseguraba que el senderismo le daba salud, le permitía
hacer amigos y conocer rincones de Aragón como los Monegros, Las Cinco
Villas, Gallocanta y la llegada de las grullas, el Valle de Echo, los
Mallos de Agüero, Albarracín, los sotos de Alcalá, los castillos de
Ovano y Yéqueda, las saldas de Mediano o el monasterio de San Juan de la
Peña. Sobre esta última excursión decía: "Es un recorrido serio, me
recuerda a tiempos pasados. Desde la estación de La Peña hice con toda
mi familia esta travesía cultural por rincones tan inolvidables como
Botaya, Anzónigo, Ena, Santa Cruz de la Serós o el monasterio de San
Salvador".
Fuente: www.elperiodicodearagon.com
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