A raíz del debate iniciado en las últimas semanas en referencia a la regulación de las lenguas minoritarias que todavía tienen presencia en Aragón, las plataformas lingüísticas y culturales de la Franja oriental han alertado sobre la precaria situación en que éstas se encuentran así como han reclamado la necesidad de incluirlas en la legislación aragonesa para promover su protección.
Las plataformas que suscriben la reclamación son el Institut d’Estudis del Baix Cinca, l’Associació Cultural del Matarranya y el Centre d’Estudis Ribagorçans, que se han encargado de recoger las aspiraciones de los hablantes del territorio y de establecer las pautas que consigan normalizar el singular trilingüismo que pervive en Aragón.
Las tres formaciones exigen a las instituciones autonómicas que reconozcan la lengua catalana y la aragonesa en la legislación autonómica. También piden que los dos idiomas minoritarios sean incluidos de manera efectiva en los planes de estudio de las zonas bilingües para que los estudiantes puedan alcanzar las competencias idiomáticas tanto del castellano como de las otras dos lenguas.
Además, las plataformas en defensa de ambas lenguas incluyen la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia de preservar los idiomas como parte del rico patrimonio social y cultural de la comunidad autónoma. Así las cosas, lo que buscan el Institut d’Estudis del Baix Cinca, l’Associació Cultural del Matarranya y el Centre d’Estudis Ribagorçans es zanjar de una vez el debate abierto en torno al reconocimiento y al uso del catalán y el aragonés, contaminado por argumentos de corte ideológico en la mayoría de ocasiones.
Uno de los puntos más polémicos a la hora de reconocer las lenguas minoritarias de Aragón es el nombre que se da a la modalidad utilizada en la Franja. Las tres asociaciones antes mencionadas defienden como nombre válido el catalán, ya que está respaldado por la comunidad científica del ámbito sociolingüístico. Por este motivo, exigen que los hablantes tanto del catalán como del aragonés tengan los mismos derechos que el resto de ciudadanos.
Fuente: www.lacomarca.net
Las plataformas que suscriben la reclamación son el Institut d’Estudis del Baix Cinca, l’Associació Cultural del Matarranya y el Centre d’Estudis Ribagorçans, que se han encargado de recoger las aspiraciones de los hablantes del territorio y de establecer las pautas que consigan normalizar el singular trilingüismo que pervive en Aragón.
Las tres formaciones exigen a las instituciones autonómicas que reconozcan la lengua catalana y la aragonesa en la legislación autonómica. También piden que los dos idiomas minoritarios sean incluidos de manera efectiva en los planes de estudio de las zonas bilingües para que los estudiantes puedan alcanzar las competencias idiomáticas tanto del castellano como de las otras dos lenguas.
Además, las plataformas en defensa de ambas lenguas incluyen la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia de preservar los idiomas como parte del rico patrimonio social y cultural de la comunidad autónoma. Así las cosas, lo que buscan el Institut d’Estudis del Baix Cinca, l’Associació Cultural del Matarranya y el Centre d’Estudis Ribagorçans es zanjar de una vez el debate abierto en torno al reconocimiento y al uso del catalán y el aragonés, contaminado por argumentos de corte ideológico en la mayoría de ocasiones.
Uno de los puntos más polémicos a la hora de reconocer las lenguas minoritarias de Aragón es el nombre que se da a la modalidad utilizada en la Franja. Las tres asociaciones antes mencionadas defienden como nombre válido el catalán, ya que está respaldado por la comunidad científica del ámbito sociolingüístico. Por este motivo, exigen que los hablantes tanto del catalán como del aragonés tengan los mismos derechos que el resto de ciudadanos.
Fuente: www.lacomarca.net
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