EL ARAGONÉS ES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD Y HAY QUE RESPONDER POR ÉL

El aragonés, como el resto de lenguas minoritarias, es “una riqueza que debe enorgullecernos”. Así lo defendió José Ignacio López Susín, de la Sociedad Cultural Aladrada, 1en el acto académico que organizó el Diploma de Especialización en Filología Aragonesa del Campus oscense con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, que se conmemora el 21 de febrero.

“Una lengua como el aragonés es un patrimonio de la humanidad y nosotros somos los depositarios de este patrimonio por el que tenemos que responder ante todo el mundo”, agregó López Susín, quien recordó que a lo largo de la historia el aragonés ha sufrido “una ocultación” que lo ha abocado a “una situación casi de agonía”, como es la actual.

Actos como el que se celebró el lunes en el Instituto de Estudios Altoaragoneses de Huesca ayudan a “poner en relieve” la importancia de la lengua materna. A la cita asistieron responsables de la edición y estudio de algunos de los volúmenes de la colección ‘Biblioteca de las Lenguas de Aragón’ de la Sociedad Cultural Aladrada como Pilar Benítez, Óscar Latas, Francho Nagore, Rafael Vidaller o el propio López Susín.

La decana de la facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca, Marta Liesa, fue la encargada de dar la bienvenida a los asistentes con una breve intervención en la que agradeció la presencia de todos los ponentes.

A continuación, el coordinador del encuentro, José Ignacio López Susín, tomó la palabra -primero en aragonés y luego en español-, para recordar el objetivo de la colección Biblioteca de las Lenguas de Aragón. “Surgió con la idea de recuperar textos clásicos en aragonés y sobre el aragonés, como un espacio para la puesta en valor del patrimonio inmaterial de Aragón, destacando sus excelencias literarias, rescatando estudios, testimonios o textos significativos y haciéndolos accesibles para los aragoneses del siglo XXI, proyectándolos así hacia el futuro”, manifestó.

Precisamente, el primer volumen de la colección viene firmado por López Susín en 2009. Se trata de El Diccionario Aragonés. Colección de voces para su formación, 1902 en el que recupera una edición de principios del siglo XX, reuniendo los trabajos merecedores de distinción en los Juegos Florales que se llevaron a cabo en Zaragoza en 1901, dentro del apartado que los organizadores dedicaron a repertorios de voces aragonesas, como continuación de los trabajos de Jerónimo Bora. Son textos de Alfredo Llatse, Benito Coll y Altabás, José Valenzuela La Rosa y Luis Víctor López Puyoles que, en suma, constituyen un paso más en la labor de difusión y dignificación de todos los aspectos relacionados con la lengua aragonesa.

Óscar Latas se hizo cargo del siguiente volumen: Informes sobre el aragonés y el catalán de Aragón, de Jean-Joseph Saroïhandy, en el que recopila la obra del filólogo francés en un único libro -antes estaba desperdigada en diferentes revistas-, la contextualiza, actualiza y pone en valor, a la vez que dignifica figura del “descubridor del aragonés moderno”.

López Susín volvió a tomar la palabra para presentar los volúmenes tres y cuatro de la colección, que se centran en Las lenguas de Aragón y Joaquín Costa, con introducción de Ramón Sistac. El primero de ellos recoge el extenso artículo que con el título Los dialectos de transición en general y los celtibérico-latinos en particular fue publicado durante 1878 y 1879 en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, explicó López Susín, quien apuntó que en el segundo volumen se recupera una serie de artículos del polígrafo aragonés en distintas revistas y saca a la luz textos inéditos que se conservan en el archivo Costa del Archivo Histórico Provincial de Huesca.

Un nuevo autor, Rafael Vidaller, colabora en la colección haciendo accesible a los lectores del siglo XXI la traducción aragonesa de El Libro de Marco Polo, que realizó en el siglo XIV Johan Ferrández de Heredia. Éste es el quinto volumen de la colección, donde Vidaller traduce el texto original y ofrece “un punto de vista antropológico” que es el que le interesa, indicó.

En su intervención, Vidaller también habló del polifacético aragonés Ferrández de Heredia, que fue escritor, mecenas, político y diplomático español al servicio de Pedro IV de Aragón y gran maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén, entre otras facetas.

Francho Nagore firma el siguiente volumen de la colección, que se centra en un estudio introductorio del Discurso leído ante la Academia de Arqueología y Geografía por Francisco Otín y Duaso en 1868.

“Poco se sabe de este sobrarbés”, señaló Nagore, quien reconoció que durante su investigación no pudo averiguar nada más sobre su figura aunque sí confirmar los datos que ya se sabían de él. Francisco Otín y Duaso, de cuna sobrarbense y de familia liberal, fue amigo en su juventud de Francisco de Goya y magistrado en la Real Audiencia de Filipinas, ingresó en la Academia de Arqueología y Geografía en 1868 con un discurso sobre el léxico aragonés, relató Nagore. Precisamente, su libro contiene el texto leído por Otín en el acto de su recepción de académico y el Discurso de contestación a cargo del académico Mariano Nogués y Secall. “Se trata de un documento de singular importancia para la lexicografía aragonesa”, destacó.

Por último, Pilar Benítez presentó en el acto El Estudio de Filología de Aragón en la Diputación de Zaragoza (1915-1941): hacia un centro de estudios aragoneses que conforman los volúmenes ocho y nueve de la colección. La autora explicó que el Estudio de Filología de Aragón fue un “ambicioso y singular proyecto cultural” impulsado en las primeras décadas del siglo XX por Juan Moneva y Puyol, bajo el Patronato de la Diputación de Zaragoza. En él se formó y trabajó un selecto grupo de jóvenes aragoneses, entre los que destacó María Moliner Ruiz, autora del Diccionario de Uso del Español.

En las publicaciones que firma Benítez se muestra la documentación de esta institución aragonesa, arroja nueva luz sobre el hecho lingüístico aragonés en el primer tercio del siglo XX, pero, sobre todo, permite afirmar que el Estudio de Filología de Aragón aspiro, bajo distintos nombres y formatos a convertirse en un Centro de Estudios Aragoneses, hasta 1934.

Para cerrar el acto, López Susín avanzó que la Biblioteca de las Lenguas de Aragón “pronto” contará con un nuevo volumen. Se trata de la ‘Disertación acerca de la lengua aragonesa del siglo XVIII’, en edición de Antonio Pérez Lasheras y José Luis Aliga. Además, continuó el editor, también se está trabajando ya en la recuperación de unos textos que escribió un pedagogo gallego sobre el cheso.

Fuente: Diario del AltoAragón (edición papel) 

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