Organizaciones internacionales
como el Consejo de Europa o la Unesco asumen la defensa de las lenguas minoritarias
de Aragón, mientras aquí se reduce al mínimo su protección legal.
Por José Ignacio López Susín, del
Consejo Superior de las Lenguas de Aragón
No deja de ser curioso que sean
los organismos internacionales los que se estén preocupando por la situación de
las lenguas minoritarias de Aragón, mientras aquí parece como si las absurdas
polémicas sobre denominaciones y grafías no nos dejaran ver el bosque del gran
patrimonio cultural que se nos está yendo de Ias manos.
El 24 de noviembre de 2000 el Congreso
de los Diputados, siendo presidenta del mismo la que ahora lo es de Aragón
aprobó, con solo dos abstenciones la ratificación de la Carta Europea de las
Lenguas Regionales o Minoritarias, que paso a formar parte de nuestro derecho
interno. Según muchos autores integra el bloque constitucional, es decir su
rango es superior al de una ley ordinaria. La Carta es plenamente aplicable al
aragonés y, por supuesto, al catalán y así lo ha reconocido expresamente y por
escrito el actual Gobierno español.
Periódicamente un grupo de
expertos visita cada uno de los territorios concernidos por la Carta y el
Comité de Ministros del Consejo de Europa aprueba una serie de recomendaciones
que obligan a los Estados miembros. Entre ellas entresacamos las siguientes que
afectan a nuestras lenguas minoritarias: En 2005 el Comité de ministros recomendó “que las autoridades españolas tomen
en consideración todas las observaciones del Comité de Expertos y que, ante
todo, refuercen la protección del aragonés y del catalán en Aragón”. De
parecida intensidad es el informe de diciembre de 2008 en el que critica la inexistencia
de noticias de la aplicación de la Carta respecto al aragonés o el catalán en Aragón. Por último el informe
de septiembre de 2012 dice: “En virtud de la información recibida sobre la
existencia de un proyecto para modificar la Ley Lenguas en Aragón, el Comité de
Expertos compele a las autoridades a, al menos, mantener el nivel actual legal
de protección para el aragonés y el catalán”.
Por otra parte, en febrero de
2009, la Unesco presentó la tercera edición del ‘Atlas de las lenguas en
peligro del mundo', en él aparece el aragonés en color amarillo, con el significado
de ‘en peligro’: los niños ya no lo aprenden en sus familias.
Estos días se va a debatir en las
Cortes de Aragón un nuevo proyecto de ley que, desoyendo las prescripciones del
Consejo de Europa, si nadie lo remedia, va a rebajar considerablemente la protección
que la ley (vigente aunque poco desarrollada) desde 2009 reconocía. Incluso va
a establecer para ellas unas denominaciones que la comunidad científica internacional
ha rechazado expresamente. Nuestras lenguas van a quedar en el ámbito en el que
ahora malviven, el estrictamente familiar, lo que las haré desaparecer en pocos
años. En el siglo XXI una lengua que no sirve para el uso público no sobrevive,
cada año desaparecen varias decenas de lenguas en el mundo.
Nuestras lenguas son un
patrimonio de toda la humanidad que nos toca conservar a nosotros, de ahí la preocupación
de las instituciones internacionales. ¿Vamos a ser tan torpes como para dejarlas
morir?
Fuente: Heraldo de Aragón (edición papel)
Fuente: Heraldo de Aragón (edición papel)
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