Justo dos años después de la aprobación de la Ley de Lenguas de Aragón en las Cortes, el Consejo Superior de Lenguas que debe velar por la promoción y la protección de las lenguas propias de la comunidad (aragonés y catalán) está en punto muerto. La mayoría de los 15 miembros de este órgano público está preocupada ante la falta de respuestas del Gobierno de Aragón a sus peticiones para reunirse.
Seis meses después de la toma de posesión del Ejecutivo autonómico, este aún no se ha dirigido hacia este órgano. Ni la presidenta Luisa Fernanda Rudi, ni la consejera de Cultura, Dolores Serrat, han dado muestras de apoyar este consejo consultivo, hasta el punto de que empiece a cundir el hartazgo de varios de sus componentes, cansados de la falta de respaldo del Ejecutivo autonómico. Algo que, en cierta medida, no les coge por sorpresa puesto que el PP se opuso rotundamente al reconocimiento del catalán como modalidad lingüística propia y ya ha anunciado de derogar parcialmente la ley para eludir cualquier mención a este idioma. Fuentes del Ejecutivo así lo reiteraron ayer, a la vez que indicaron que es intención del Departamento reunirse a principios del próximo año.
Aunque no todos los miembros del consejo comparten la preocupación por la falta de respuesta puesto que consideran que la consejería ha tenido que establecer prioridades, sí que la gran mayoría es pesimista respecto al desarrollo de una ley que fue duramente contestada por los dos partidos que gobiernan actualmente: el PP y el PAR. De hecho, el PP ni siquiera nombró a sus representantes para formar parte del consejo.
La inacción es tal que ni siquiera se han ratificado en el Consejo de Gobierno la propuesta de nombramiento de los componentes de las Academias del Aragonés y del Catalán que efectuó este comité de sabios hace más de siete meses.
Encima de la mesa de la presidenta Rudi y de la consejera Serrat hay varias cartas remitidas por el consejo y peticiones de cita. En el último consejo se intentó, sin éxito, que acudiera alguien del nuevo departamento de Cultura a la reunión. Y tan solo hay una respuesta del jefe de gabinete, según fuentes del organismo, de que se reunirán en próximas fechas.
Algunos miembros están planteándose incluso la dimisión en el caso de que no se avance en las próximas semanas y no se muestre más interés desde la Administración pública. Todo ello porque son conscientes de que tienen un trabajo que desempeñar, que además está mandatado por la ley, y que no está avanzando ante la falta del estímulo del Ejecutivo autonómico.
Fuente: www.elperiodicodearagon.com
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