REFRANERO CHISTABÍN

Actividad para primaria y secundaria. Hoy, haremos una breve parada en el mundo del refranero. Seguro que sabemos muchos, pero... ¿qué son los refranes? Hay quien afirma que el primer significado hay que buscarlo en la voz francesa ‘refrain’ o incluso en la occitana ‘refranh’, lo que nos llevaría hasta los trovadores provenzales de los siglos XII y XIII, que solían incluir en sus creaciones sobre el amor cortés un estribillo o ‘refranh’. Otros prefieren ir más atrás en el tiempo, hasta los proverbios del latín vulgar o hasta las sentencias bíblicas. Sea como sea, de lo que no cabe duda es de que nos encontramos ante vestigios lejanos de la creación literaria del pueblo llano. Así pues, podemos entender los refranes como compendios o síntesis del saber popular. Su forma elíptica –es decir, que tenemos que poner de nuestra parte para acabar de ‘pillar’ el significado íntegro– y el uso frecuente de la rima, han constituido el empaquetado perfecto para ser transmitidos por tradición oral durante generaciones. Ahora, conoceremos algunos refranes, todos ellos recogidos en la Val de Chistau, uno de los valles pirenaicos en los que aún pervive el habla autóctona: el chistabín, una de las variedades de nuestra lengua aragonesa.

Una estrategia que facilita su recuerdo es la rima; se trata casi siempre de rima asonante. Veamos un ejemplo:
«Boira roya per el maitín, augua per el camín».

A veces, se incluyen palabras que ni siquiera son chistabinas, sino importadas del catalán ribagorzano. ¿Por qué?, pues porque así, al hacer esa inclusión extraña, se está enfatizando, es decir, facilitando mejor el recuerdo; incluso favorece la rima del refrán. Por ejemplo:
«Ta Sant Mateu la nieu al peu, ta Sant Blas la nieu al nas, ta Santa Aguedeta basta la bragueta».


Y ahora, vayamos con el significado. Ya sabéis que los montañeses –cuya economía es principalmente agropecuaria y dependiente por tanto del clima: la lluvia, el sol...– habían aprendido a interpretar numerosas señales del medio para predecir un sinfín de fenómenos atmosféricos, pues estamos hablando de épocas en las que no había telediarios. Y una de esas coincidencias era precisamente: que si de buena mañana se ven nubes rojas, es probable que la llegada de la lluvia sea inminente, esto es, que le pille a uno en el camino, nada más salir de casa. Una vez que esa idea es compartida, se ‘empaqueta’ en forma de pareado y se distribuye libremente a través del habla cotidiana, así de simple.

Siguiendo con la rima, conozcamos otro ejemplo referido a tareas agropecuarias tan simples como mover una pesada piedra, y eso en un paraje en el que ha sido necesario hacer muchísimas paredes, pues el aprovechamiento de un terreno demasiado inclinado ha necesitado del aterrazamiento. Y se nos recuerda:
«Mas fa un vetillo que entre pai y fillo».

El ‘vetillo’ no es otra cosa que una palanca; en el habla chistabina hay otras palabras sinónimas como ‘palenca’ o ‘perpal’ pero en este caso se ha optado por la de ‘vetillo’, precisamente por la necesidad de rima con ‘fillo’. La moraleja es bien simple: que una sola persona puede hacer más fuerza con la ayuda de una palanca que entre padre e hijo juntos sin ella.
«La birolla loca que ta totz en toca».

Otra rima en un refrán que significa que siempre hay comida, ‘birolla’, para un invitado más; en castellano decimos, «Donde como dos, comen tres». Para finalizar, vamos a poner un tercer ejemplo, y a ver si sois capaces de traducirlo. Aunque predominan los refranes con forma de pareado, en ocasiones encontramos también refranes más largos, como el que sigue:
«De chicot, rei, de mozo, capitán, de casau, burro, y de viejo, can».

VOCABULARIO
Vetillo / perpal: palanca.
Birolla: comida, alimentos.
Fillo: hijo.
Pai: padre.
Maitín: mañana.
Nieu: nieve.
Pin: pino.
Boira: nube, niebla.
Chicot: pequeño.
Can: perro.
Nas: nariz.

Dirección:
Heraldo Escolar y Estudio De Filología Aragonesa.
Coordinación:
Fernando Romanos Hernando (Programa Luzia Dueso).
Colabora:
Joaquín Villa Bruned (orientador de Secundaria y escritor en aragonés chistabín)


Fuente: Heraldo de Aragón / Escolar / Aprender y conoixer l'aragonés

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