Desde la Comarca de la Hoya de Huesca se han presentado este viernes dos trabajos de compilación toponímica (nombres de lugar) y oiconímica (nombres de casa) en el ámbito rural de la Hoya. Los resultados extraídos de entrevistas a 60 vecinos de la zona concluyen que el aragonés -como lengua hablada- corre el riesgo de desaparecer en la zona en los próximos 25 o 30 años, aunque su valor toponímico podría perdurar.
“El aragonés está vivo en las personas encuestadas por debajo de los nacidos en la década de 1960, existe una fractura brutal a partir de entonces”, ha reconocido el técnico de la oficina de lengua aragonesa del Ayuntamiento de Huesca, Chuse Raúl Usón. Desde la Comarca han apuntado que la gente ya no utiliza el aragonés de forma oral en la zona de la Hoya, y en el momento en el que fallezcan las personas nacidas entre 1930 y 1960 el aragonés desaparecerá, pero la toponimia seguirá siendo aragonesa.
Los municipios de Arguis, Bentué, Nocito, Aniés, Belsué, Lusera son los que mejor conservan las características toponímicas ya que se tratan de zonas más aisladas. “Cuanto más al norte y en las poblaciones alejadas de la ciudad de Huesca se conserva mejor la toponimia”, ha señalado Chuse Raúl Usón, reconociendo que la conservación del “aragonés central “es buena.
Este trabajo se lleva realizando desde hace tres años y ha dividido la Comarca en seis zonas. En total se ha entrevistado, en estos dos primeros trabajos, a 20 municipios que abarcan 40 poblaciones, extrayendo 5.600 topónimos y 1.115 oicónimos. “Hay que resaltar la importancia de la toponimia, es patrimonio inmaterial de la zona, tenemos que resaltar parte de nuestra cultura”, ha afirmado el consejero de Lengua Aragonesa, Fernando Justes
Esta iniciativa pretende recuperar y poner en valor el patrimonio lingüístico, “ser conscientes del patrimonio que se atesora y respetar la toponimia tradicional” en todas las publicaciones que se lleven a cabo. Desde el área de cultura de la Comarca de la Hoya de Huesca se va a publicar un libro que recoja todos los trabajos en el que aparezcan todas las localidades encuestadas. El objetivo es ordenar alfabéticamente para indexarlas y facilitar su consulta.
El corpus de la encuesta está compuesto por preguntas sobre oicónimos (nombres de las casas), la toponimia (nombres de las fincas, partidas de monte), nombres de caminos, cuevas y barrancos. Está previsto en un futuro próximo continuar con las encuestas en las tres zonas que faltarían de la Hoya de Huesca para completar el proyecto.
Fuente: aragondigital.es
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