Las
lamparillas encendidas que flotan, los conjuros de brujas, las judías mágicas y
las calabazas no llegaron con la televisión estadounidense, llevan en Aragón
desde hace siglos. Esta página web acerca actividades y materiales didácticos
para aprender cómo celebran la Noche de ánimas en Radiquero, Trasmoz y muchas
otras localidades aragonesas.
Fuego
de velas, lamparillas encendidas, calabazas alrededor de una cruz de piedra y
conjuros de brujas. Estas son algunas de las escenas que las localidades
aragonesas vivirán la noche del 1 de noviembre, la noche de ánimas o Nuei
d’almetas y que han quedado recogidas en la web “Truca Truca”, una página de
recursos didácticos sobre la cultura y tradiciones de Aragón creada por la
Dirección General de Política Lingüística para dar a conocerlas a escolares y
familiares.
Esta
plataforma permite al profesorado, alumnado, asociaciones y particulares que lo
deseen disponer de materiales didácticos y actividades para trabajar las
tradiciones aragonesas vinculadas, en este caso, a Todos los Santos. Los
materiales se dividen por ciclos educativos.
En
Aragón ha permanecido durante siglos la tradición de recordar a quienes ya se
han ido en la Noche de ánimas, de difuntos o Nuei d’almetas. La ancestral
costumbre celta fue adaptada por el imaginario cristiano para seguir
manteniendo la necesidad de los seres humanos de comunicarse con las almas de
sus seres queridos.
A
lo largo de Aragón, se repiten los símbolos y ritos en torno a esta noche. Por
ejemplo, era costumbre fabricar las lamparillas con un trozo de mecha que se
colocaba encima de un círculo de cartón. Después se echaba aceite en un plato y
se colocaba el cartón con la mecha sobre el aceite para que la lumbre flotase
encima.
Pero
también, aunque actualmente parezca una costumbre importada de la cultura
norteamericana, las calabazas vaciadas y con una vela en su interior han
formado parte de la tradición aragonesa desde hace siglos.
Además,
se recogen tradiciones como la de colocar un plato de judías sobre la mesa, que
representaba el modo de comunicarse con las almas de los difuntos y de saber
que números de misas deseaban que se realizasen en su memoria.
“Truca-Truca”
desarrolla contenidos educativos para otras festividades tradicionales como
Navidad o Carnaval y están disponibles en castellano, aragonés y catalán.
En
la web se cuentan experiencias como las de Radiquero, el lugar de Aragón donde
mejor y con más fuerza se ha conservado la tradición de la Noche de ánimas, o
como se le denomina en aragonés, Nuei d’almetas. Allí se buscan por el pueblo
almetas y totons.
Ambos
representan a almas en pena que han dejado el mundo de los vivos, pero no han
logrado entrar en el de los muertos a causa, seguramente, de tener algo
pendiente que terminar en este mundo. Poco después, doña Severa lanza su
discurso a los presentes.
En
Lopinyén/Lupiñén hay una marcha nocturna de almetas y la protagonista de la
noche es l’abadesa, una mujer nacida en Aniés, acusada de brujería y ejecutada
en Uesca en 1574.
Y
Trasmoz se llena de calabazas a través de las que se puede ver la luz de las
velas. La noche en esta localidad termina en el castillo con una queimada y un
conjuro. Otros lugares que recuerdan esta fecha son Adauesca,
Almonacir/Almonacid de la Sierra, Alquezra/Alquézar, Ayerbe, Ambel, A Fueva,
Bagüés, Graus, Bardallur, Fréscano o Salas Altas.
Fuente:
arainfo.org
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