Las escritoras han sido seleccionadas por Óscar Latas y abarcan un período de cuatro siglos: desde 1650 a 2019.
La lengua aragonesa lleva unos años ganando en presencia institucional y editorial. Quizá por ello, Olifante pensó que era el momento de ver qué ese había hecho en la poesía en aragonés a lo largo de casi cuatro siglos: desde las pioneras Isabel de Rozas y Araiz, de quien se sabe muy poco, y Ana Abarca de Bolea, que vivió en el monasterio de Casbas, hasta María Pilar Benítez y Ana Tena Puy, que son de las más jóvenes.
El filólogo e investigador Óscar Latas ha sido el encargado de la selección de las 14 autoras y también de los poemas. El estudio de contexto y de cada poeta lo ha hecho Ángeles Ciprés Palacín, catedrática de francés en la Universidad Complutense de Madrid. Este proyecto tenía un antecedente en ‘Yin. Antología de poetas aragonesas 1960-2010’ (Olifante, 2011), que preparó Ángel Guinda y que llevaba una introducción de Ignacio Escuín.
"No ha sido una selección fácil –dice Óscar Latas–. Estaban claras las dos primeras, pero luego hay dos largos siglos oscuros: pasamos del siglo XVII al siglo XX con las dos pioneras: Rosario Ustáriz Borra y Nieus Luzia Dueso Lascorz. Hemos atendido a la pluralidad. Hemos tenido en cuenta, en la medida de lo posible, que las poetas tuvieran al menos un libro, pero también hemos echado mano de muchas revistas y de publicaciones dispersas. Hemos respetado todas las modalidades del aragonés, el vocabulario, las ortografías, y hemos intentado que haya escritoras de Zaragoza, Huesca y Teruel".
Óscar Latas explica que percibe, sobre todo en muchas poetas, la vindicación del valle propio, primero, el canto a la tierra y al paisaje, y el amor a la lengua y a Aragón. Recuerda que se tocan muchas cosas: cantos de boda, temas bíblicos, poemas de amor, cantos a la maternidad, a la mujer y la denuncia social, "pero también hay lugar para la experimentación y el juego verbal, como sucede con Mariví Nicolás, que tiene un gran sentido del poema. La lírica progresa, y eso ve muy claramente en algunas de las poetas más jóvenes: Carmina Paraíso, Elena Chazal y María Pilar Benítez, que incorporan los temas, las técnicas y las ambiciones de la modernidad", señala.
Confiesa Latas que le ha sorprendido la obra de Rosa Guaus por "su innovación y su acabado final" y lamenta que autoras como Natividad Castán y Carmen Soguero hayan abandonado la lírica en aragonés. "El aragonés siempre ha estado en crisis. Y sigue ahí, debatiéndose. Nuestras autoras más jóvenes rondan o superan los 50 años y no tienen relevo. Con todo, el nivel de esta antología es interesante y esperanzador: cabe deducir que a la lengua y a la poesía les quedan muchas primaveras más".
Tanto el compilador Óscar Latas como la editora Trinidad Ruiz-Marcellán tenían clara una cosa: ‘Arquimesa’ (el escritorio o mueble para guardar papeles, o quizá borradores de poemas) debía publicarse solo en aragonés.
"Creo que eso realza mucho más el valor y la singularidad del libro", explica la editora. Latas añade: "Somos una lengua que deriva del latín y se entiende bastante bien. El libro sirve para que el lector se fije en la belleza, la sonoridad y la cuidada selección del lenguaje de cada poeta.
Fuente: heraldo.es
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