A PROPÓSITO DE LA LEY DE LENGUAS

Creo que el ir juntos de la mano, le va a sentar peor al Aragonés que al Catalán. La creciente anticatalanofobia que se vive en España, en Aragón está ciertamente acrecentada por diversos conflictos propios de nuestra vecindad y ligazón histórica. Cierto es que con un poco más de mano izquierda Cataluña podría haber hecho algo por remediarlo, pero la soberbia y altanería son malas consejeras.
Decía que el Aragonés va a sufrir la ira de los anticatalanistas, y es un hecho que se va palpando día a día. Plataformas, partidos polítícos, colectivos, etc. claman porque se estudie el catalán en las escuelas y que junto al Aragonés hayan sido declaradas “lenguas propias, originales e históricas”.
Yo que estoy completamente a favor, sirva como declaración de principios, creo que en todo esto hay muy mala “leche” por parte de los antes citados y además mucha contrainformación, que no desinformación. La mayoría de los que claman, no saben que ni el Aragonés ni el Catalán son lenguas oficiales, y por lo tanto no es obligatorio conocerlas en ninguna parte del Territorio Aragonés. La ley viene a reconocer un hecho, que es el que el Aragonés y el Catalán se habla en 206 municipios. La lengua aragonesa o sus variedades locales son de uso común en 137 pueblos oscenses y en 8 zaragozanos; y el catalán, se utiliza en 32 localidades de Huesca, en 24 de Teruel y en 5 de Zaragoza. La ley lo que permitirá, de forma VOLUNTARIA, es que todo el que quiera aprenda a escribir y leer lo que sabe hablar. Y yo me pregunto, ¿Por qué la gente somos tan borregos y no razonamos individualmente?. Si la ley no obliga a nadie, ¿Por qué no permiten que el que quiera estudiarlo, pueda?. La intransigencia se ha hecho común en nuestra Sociedad.

Fuente: http://elcharrador.blogspot.com

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