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EL TSJA SUSPENDE LA INCLUSIÓN DEL ARAGONÉS EN EL CURRÍCULO DE PRIMARIA

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA)ha suspendido cautelarmente la inclusión del aragonés en el currículo de Primaria, solicitada por la Fundación Gaspar Torrente que rechaza la imposición de una ortografía diferente a la que se viene enseñando históricamente. Dicha suspensión no tendrá efectos sobre los alumnos, ya que tan solo dos colegios habían decidido ofertar la enseñanza del aragonés como asignatura optativa, tal y como recoge el currículo. De hecho, la fundación aseguró ayer a este diario que otros 21 colegios han decidido, seguir enseñando el aragonés como materia extraescolar para «evitar la imposición de la nueva grafía», a la que estaban obligados aquellos colegios que sí asumieran su impartición como asignatura optativa.

La decisión judicial supone un varapalo para el Ejecutivo de Rudi, ya que incide en que la incertidumbre generada es «indeseable» y apuesta por mantener las cosas como estaban hasta ahora, «máxime cuando el modelo hasta ahora aplicado lo ha venido siendo durante varios decenios, sin que tampoco se hayan subrayado especiales carencias o deficiencias del mismo». Así, apunta que se cuenta con elementos e instrumentos didácticos para la impartición del aragonés «consolidados en el tiempo».

El TSJA no entrará en el fondo hasta resolver el recurso contencioso-administrativo, pero hace hincapié en que de no aceptar las medidas cautelares se podría generar un daño mayor. Así, sostiene que los niños empezarían a aprender otra ortografía del aragonés en el nuevo curso, que arranca el día 10, y tendrían que volver a la grafía histórica en el caso de que se estime el recurso. «Podrá fácilmente traducirse, cuando menos y como la solicitante de la cautelar sostiene, en desánimo en los educandos y, en todo caso, a la postre, en un defectuoso aprendizaje de la materia».

Fuentes oficiales del Gobierno de Aragón adelantaron que recurrirán la decisión, que obliga a suspender la enseñanza del aragonés como optativa en los dos centros que habían decidido ofertarlo a las familias, los de Broto y Aínsa. Sobre el fondo del litigio no quisieron hacer valoraciones más allá de destacar que su único objetivo era atender una«demanda histórica» para dar «por primera vez» rango de asignatura al aragonés. No obstante, en el currículo de Primaria aprobado en 2005 ya estaba contemplado e incluso iba más allá que la norma actual, ya que permitía impartición de otras materias en aragonés como lengua vehicular. De hecho, así se hace en un colegio de Jaca en la asignatura alternativa a la religión.

Las citadas fuentes oficiales no supieron explicar por qué el resto de centros educativos han optado por mantener el aragonés como materia extraescolar, lo que choca con el argumento aducido de la demanda histórica del reconocimiento como lengua curricular. «Desconocemos los motivos», añadieron.

Con el nuevo currículo de Primaria está en discusión hasta la forma de escribir -la grafía- del aragonés utilizada desde 1971 y aceptada en el primer congreso que hubo sobre la lengua en el año 1987, con la que se han escrito más de 350 de los 500 libros publicados hasta el momento.

En el recurso contencioso-administrativo presentado se justifica la suspensión cautelar con el argumento de que la fijación de la norma ortográfica corresponde a la Academia Aragonesa de la Lengua, aún por constituir, y no al Estudio de Filología Aragonesa, al que la DGA le otorga la potestad mientras tanto. El recurso señala que esta decisión supone «sustituir la autoridad científica, que por esencia tiene carácter público, por una asociación de carácter privado, la de más reciente creación de las que se ocupan de la lengua aragonesa». Por ello, considera que Educación ha incurrido en una «deslegalización».

El gerente de la Fundación Gaspar Torrente, Miguel Martínez Tomey, consideró ayer que la decisión del TSJA «pone un punto de cordura» en el conflicto. «La imposición de una ortografía nueva, extremadamente complicada e inadecuada, iba a ocasionar numerosos perjuicios a los niños que estudian aragonés y que, como el propio Tribunal destaca, podría acarrear el desánimo de los alumnos y un defectuoso aprendizaje del aragonés», recalcó.

Fuente: www.heraldo.es

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